
Entre otras cosas, el galán ha prohibido que cualquier persona ajena a la telenovela se acerque a él, intente entrevistarlo, le tome fotografías o le pida autógrafos. De hecho, enfurece cuando cualquiera a su alrededor tiene un teléfono celular en la mano, pues no
desea que se capten imágenes suyas sin su autorización.
Su prepotencia lo ha llevado a ponerle un ultimátum a Rosy Ocampo, a gritos y con palabras altisonantes: si no se cumple lo que él desea, dejará de ser protagonista de la telenovela, según reporta el diario Basta. Lo cierto es que ya es conocida su conducta prepotente con la prensa y el público, aunque él se presenta como un hombre afable y amistoso.
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